jueves, 1 de noviembre de 2012

CUEVAS DE LA ALQUERIA , VELEZ RUBIO (ALMERIA)





CUEVAS DE LA ALQUERÍA (VÉLEZ RUBIO)


En esta ocasión, recordamos nuestra visita a las Cuevas de la Alquería . Esta cueva se encuentra en el norte de la provincia de Almería, en el término municipal de Vélez Rubio, y es actualmente la de mayor desarrollo de la provincia en carbonatos, con cerca de 1 km de galerías topografiadas.

El acceso a las cuevas se hace viniendo por la A-92, salida Santa María de Nieva, a la altura del repetidor de televisión, hacia la izquierda sale un camino el cuál te lleva al pie de la Sierra de la Alquería.  Es muy fácil llegar.
Aunque una vez allí hay que estar un poco en forma para acceder a las cuevas, ya que hay que subir el monte andando. Y una vez arriba, buscar las cuevas y encontrarlas. 
Una de ellas es muy fácil de ver ya que tiene una puerta metálica a la cuál no se puede acceder ya que está destinada para recabar información sismográfica.



En una de las salas, que se ha denominado de la cerámica, situada a unos 20 metros de profundidad, se descubrió durante las labores de topografía un cráneo de niño en excelente estado de conservación, el cual se encontraba embutido en el relleno limoso de una fractura. En el suelo de la sala y zonas cercanas al lugar del hallazgo, aparecieron una serie de fragmentos de cerámica neolítica, con probabilidad pertenecientes a la vasija funeraria que contenía el cuerpo del niño, uno de estos fragmentos aparece recubierto en parte por una estalagmita.


Hay una leyenda que contaba mi abuela de estas cuevas. La cuál dice así:

Cada 100 años, el día de San Juan, al salir el sol sale una mujer que está encantada en la cueva a peinarse con un peine de oro. Cuentan que una vez había un pastor y que la vió. Entabló conversación con ella y ésta le dijo que si quería desencantarla, a lo cual el pastor accedió.
Ella le dijo lo que tenía que hacer, advirtiéndole muy bien, que por mucho miedo que le diera lo que iba a ver que no se fuera.

Primero la mujer se convirtió en un toro, y se acercó al pastor que temblaba de miedo, pero aguantó, y al cabo de un rato el toro se fue.

Seguidamente apareció un león que rugiendo intentaba asustarlo, pero el pastor volvió a aguantar el tipo.

Al cabo de un rato, apareció una enorme serpiente, y el pastor asustado huyó corriendo.

Entonces la serpiente se convirtió en la mujer que dijo: "Acabas de encantarme para otros 100 años".


Haciendo cabalas, llegamos a la conclusión que los 100 años los hacía ese mismo año que visitamos las cuevas, pero no vimos a ninguna mujer peinándose por allí.



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